Navegar por internet... ¿O volar?

Todos somos conscientes de que cada cada día que pasa la informática avanza más deprisa, pero es que la velocidad a la que avanza esta ciencia cada vez es mayor, y, en algunos casos estrepitosa.

Hace 5 años, los privilegiados que poseíamos una conexión de 56K en casa éramos afortunados y el deseo de todo amante de la informática, pero en la actualidad, todo lo contrario es lo que sucede. Pobre ser aquel que tenga que sufrir en su ordenador la desquiciante espera que provoca el uso de un módem de 56K, para jugar on-line o simplemente para poder cargar satisfactoriamente una web, y más el pobre diablo, que, además de ello, tenga que aguantar los ensordecedores sonidos que estos anticuados módems telefónicos emiten...

Y es que a la medida que avanza la informática avanzan nuestras exigencias, imponiendo un mayor ritmo de desarrollo de, entre otras cosas, de la velocidad de conexión a internet.

Actualmente, se ha comenzado a usar la ADSL de 1 mega de ancho de banda, que ha sustituido, a la que reinaba hace poco menos de un año, la de 512 K, e incluso algunos seguimos utilizando conexiones, que, pese a no funcionar estrepitosamente mal, son, en la actualidad, un tanto precarias, como las de 256. Pero no contentos con ello, en Jazztel, hace poco más de un mes, decidieron abrir al público un servicio revolucionario de conexión a internet con un ancho de banda de... ¡4 Megas!... una velocidad imparable, insuperable dijeron algunos, con ello bastaba para volar por internet. Pero ese no fue el final. Hoy por hoy ya está disponible, gracias como no, a Jazztel la escandalosa, increible e inmesnsa velocidad de conexión de... ¡¡¡¡20 megas en España!!!!, si, 20 megas, ni más ni menos, una velocidad impensable 2 años atrás, con la que podremos descargar ¡600 megas en media hora! realmente alucinante... Todo gracias a la implantación en España de la ADSL 2 (Clickea para obtener + info.)

Esta maravillosa compañía está animando el mercado de las conexiones de banda ancha como nadie en España, y no es para menos con estas maravillosas ofertas. Además, tienen previsto lanzar una nueva plataforma de televisión por ADSL la cual analizaremos en breve.

Más información sobre el nuevo sevicio de banda ancha de Jazztel en:

La web Oficial de Jazztel

PD: Los que vivimos en Canarias, tendremos que esperar, ya que aún no se han implantado los servicios de Jazztel en nuestras islas.

Ya estoy en SuSe :-)

Por fin he podido instalar SuSe Linux en mi pc, gracias a mi insistencia y, sobre todo, a que descargué su décima versión, la cual si incluía los drivers para mi reciente gráfica, Ati Radeon X850 XT, que por otra parte me fueron prácticamente imposibles conseguir libremente, o por lo menos no supe llegar a ellos.

Aún me estoy acostumbrando al entorno, pero la aventura marcha bien, de momento no he empezado con nada en serio, pero poco a poco iré familiarizzandome con los programas, menos con mozilla que ya lo conozco bastante bien, e iré estudiando la consola poco a poco para luego meterme de lleno con Free Pascal y habituarme completamente a Linux.

Mi primer objetivo es instalar AMSN, ya os contaré los progresos puntualmente por este medio que es mi blog, aunque , no me parece descabellada la idea de crear un blog sobre informática, ya que este es un blog personal general, aunque, claro está, que en este publicaría unas entradas donde se comentarían brevemente las últimas noticias del blog de informática.

Aún es pronto para dar ideas, pero es una opción que veo bastante factible.

Saludos, Romén

Software libre... lo bueno y lo malo

Si, estoy totalmente de acuerdo en que los "rebeldes" informáticos que crean un software libre, completamente gratuito y que además nos permite al resto de usuarios modificar el código fuente a nuestro antojo haciendo nuestras delicias, puedan llevar esta acción a cabo, y también estoy seguro en que el hecho de poder conseguir un software gratuito y con total libertad de edición hace a cualquier amante de la informática feliz, por el simple hecho de que de esta forma el software llegará a muchas más manos y será probablemente más funcional debido a las mejoras que cada programador les implemente, pero ahora es cuando llega mi pregunta: Tu, programador, desarrollador de software libre, ¿te has parado a pensar en las repercusiones económicas que pueda tener la introdución de este tipo de software en el mercado?, estoy seguro que compartirás conmigo que cualquier humano, con una capacidad intelectual medianamente baja o superior optará antes por un software gratuito, que por uno de pago, más aún si este, al haber pasado por muchas manos ha adquirido una mayor fiabilidad que que el segundo, pero, ¿no te has planteado que pasará con todas las compañías que viven del desarrollo del software? ¿todos los programadores que quedarán sin empleo a largo plazo tras ganar la batalla el software libre? Las repercusiones económicas serían terribles, y, ¿es que a ti te gusta trabajar de manera gratuita?, si la respuesta es afirmativa, entonces mi argumentación queda totalmente deshecha, pero, siendo sincero, ningún ser humano, en la sociedad en la que nos encontramos, estaría dispuesto a hacer su trabajo gratuitamente. No incluyo a los que lo lleven a cabo como un "hobbi", que sin quererlo están dando un golpe bajo a todas estas grandes multinacionales del software, o tal vez, queriéndolo, intentando destruir el fortuoso imperio de las multinacionales como ellas hacen muchas veces con los demás, pero hay que pensar también en las repercusiones, e intentar buscar una solución a este problema, que a estas alturas, y cada día más, parece insalvable.

En fin, en esta anarquía que es el mundo informático todo es posible, y cada vez más y lo más probable es que acaben cayendo las grandes empresas desarrolladoras en poco tiempo y desaparezca el software de pago y el software libre acabe ganando la ardua batalla e imponga de forma definitiva la anarquía en la programación, y entonces llegará el ansiado final del libro de Mozilla:

"Y con el tiempo la bestia creció y se hizo fuerte, mucho más de lo que los incrédulos jamás pudieron imaginar, y seguida del estruendo de varios millones de teclados se avalanzó sobre Mammon y este, atemorizado, sabedor el peligro que corría, recordó la larga y ardua batalla que había durado años, en la que había dado por perdido a su oponente en numerosas ocaciones, pero ahora estaba perdido, cayó postrado ante los pies de la bestia pidiendo piedad y fue entonces cuando la bestia manifestó toda su ira y los incrédulos aterrorizados acabaron arrodillándose temerosos y débiles ante la bestia y cediendo su trono en el cual tantos años se habían sentado y donde jamás lo volverían a hacer."

La pequeña empresa y las multinacionales

Ahora entiendo lo que sienten los pequeños empresarios cuando se dan cuenta de que están incapacitados para competir contra las grandes multinacionales que consiguen tirar los precios del mercado obteniendo un gran beneficio gracias a su amplitud de trabajo y trabajadores.

Hace un mes comencé a diseñar webs para distintos profesores de la Universidad por 300 €, si, lo se, algo carillo, pero como lo aceptaron, pues yo contento, estoy desarrollando dos webs y tenía pensado por lo menos llevar a cabo otros dos trabajos, pero cual es mi sorpresa al ver hoy la sutil propaganda llevada a cabo por una compañía desarrolladora de páginas webs personales en la universidad donde me estaba promocionando.

La impotencia me asaltó al instante, no puedo competir con algo así, además de ofrecer el respaldo que se supone posee una compañía desarrolladora con cierto prestigio nacional, su precio, claramente inferior al mío, debido en gran parte al monopolio que poseen, es todo un handicap en mi contra, 175 € y el respaldo de una compañía de prestigio, no son comparables, nio siquiera con 150 € que pida yo por el desarrollo de una web, puesto que siempre inspira más confianza la compañía, y, para llegar a tener ventaja en la decisión tendría que ver mi precio rebajado a 100 míseros euros, que realmente, valen menos que el tiempo empleado en el desarrollo de la web por mi parte...

Romén